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domingo, 25 de octubre de 2015

Los Parásitos y Nuestras Mascotas: Parásitos Externos (II Parte)


Los parásitos de los animales son en mayor o menor medida conocidos: todos hemos oído hablar del "quiste", las pulgas, las lombrices intestinales o las garrapatas. Sin embargo, no es del dominio general la posibilidad de prevenir que nuestras mascotas sufran estas indeseables "compañías". Los últimos estudios sobre carga parasitaria en el medio urbano hacen que nuestra preocupación por este tema vaya en aumento, ya que los veterinarios somos los responsables de transmitir esa información, de que los propietarios de perros y gatos sepan qué parásitos pueden afectar a sus pequeños amigos y qué consecuencias pueden tener, no sólo sobre ellos, sino también sobre los demás miembros de la familia.

Parásitos Externos

Las Pulgas son insectos de pequeño tamaño, visibles, rojizas o negras. Se alimentan de sangre de nuestras mascotas, de buscarlas es posible verlas corriendo sobre la piel o ver pequeñas partículas negruzcas sobre la misma. Podemos sospechar de la presencia de las mismas porque producen mucho picor, sobre todo en la zona final del dorso, axilas e ingles. En algunos animales producen dermatitis alérgicas. Además de ello pueden ser transmisoras de un tipo de tenia. Hay muchos productos en el mercado, los hay que solo matan a adultos, de manera que no resuelven el problema, otros matan adultos larvas y huevos y previenen durante un tiempo.
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Las Garrapatas son un tipo de arácnido, pueden ser blandas o duras. Se mantienen fijas en la piel alimentándose de sangre. Suelen picar en cada una de sus fases evolutivas, al ser parásitos obligados, pues necesitan ingerir sangre para ir evolucionando de larva a ninfa y de ninfa a adulto. Las más conocidas son las hembras, que ingieren sangre antes de la puesta de huevos. Son peligrosas porque transmiten enfermedades sistémicas al animal (Ehrlichia, Babesia, Borrelia, etc,...). En casos de infestación puede provocar grandes pérdidas de sangre. No es conveniente arrancarlas directamente, pues parte de la cabeza puede quedar clavada y provocar una reacción alérgica.
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Los Ácaros son más pequeños, y a diferencia de los anteriores no son visibles a simple vista. Se trata de arácnidos y hay varios tipos:
  • Otodectes (ácaros de los oídos)
  • Sarcoptes y Demodex (sarnas)
  • Notoedres (sarna del gato)
  • Cheilletiella: suelen producir picor, costras, alopecias, dermatitis, etc., algunos de ellos son transmisibles a las personas.
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Los Piojos son los más conocidos por las personas. Son muy poco frecuentes en las mascotas y en general son fáciles de tratar.


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La estrategia frente a estos parásitos debe basarse en la prevención dado su carácter transmisible. Debemos buscar, en general, productos que, no solo maten las formas adultas, sino también a las fases larvarias y los huevos; y que además ejerzan un efecto protector para el animal durante un tiempo:
  • Collares: fáciles de colocar, impregnados de antiparasitario.
  • Pipetas: aplicadas sobre la piel, se distribuyen y protegen a nuestra mascota generalmente  durante un mes.
  • Spray: muy seguro en cachorros y eficaz en caso de parásitos puntuales o infestaciones muy  severas.
  • Pastillas: frente a pulgas, son muy eficaces, actualmente existen productos orales que ejercen  efecto adulticida, larvicida, ovicida y preventivo.

 
En general existen multitud de protocolos, dependiendo del hábitat y estilo de vida de su mascota, su veterinario le asesorará sobre la pauta más segura y completa para su mascota.
Por: Pedro Toribio Velamazán (Veterinario).

domingo, 18 de octubre de 2015

Los Parásitos y Nuestras Mascotas: Parásitos Internos (Parte I)


Los parásitos de los animales son en mayor o menor medida conocidos: todos hemos oído hablar del "quiste", las pulgas, las lombrices intestinales o las garrapatas. Sin embargo, no es del dominio general la posibilidad de prevenir que nuestras mascotas sufran estas indeseables "compañías". Los últimos estudios sobre carga parasitaria en el medio urbano hacen que nuestra preocupación por este tema vaya en aumento, ya que los veterinarios somos los responsables de transmitir esa información, de que los propietarios de perros y gatos sepan qué parásitos pueden afectar a sus pequeños amigos y qué consecuencias pueden tener, no sólo sobre ellos, sino también sobre los demás miembros de la familia.

Existen muchos tipos de parásitos, así que lo primero que haremos será clasificarlos en internos y externos, según vivan dentro o fuera de nuestras mascotas:

PARÁSITOS INTERNOS

Los parásitos internos que más conocemos todos son las lombrices y las tenias. Pero hay otros parásitos que viven en células sanguíneas o también en el intestino, y que por su pequeño tamaño o su localización, no son tan conocidos.

Las lombrices son gusanos redondos, que se asemejan a un cordón, y la mayoría viven en el intestino, provocando adelgazamiento, diarreas, vómitos, pérdida de peso, hinchazón del abdomen, pelaje sin brillo, etc., según la cantidad que haya en el animal, su edad, y otras circunstancias. Muchas se transmiten directamente de la madre durante la gestación y/o la lactación, y otras por contacto de nuestras mascotas con las heces de animales parasitados.

Sin embargo, hay otras lombrices que viven en sitios diferentes, como la filaria, que cuando es adulta vive en el corazón, produciendo lesiones muy graves e incluso la muerte. Este parásito se transmite mediante la picadura de un mosquito a nuestro animal, que previamente había picado a un animal infestado... En relación con la prevención de esta parasitosis, deben saber que si nunca la han practicado con su animal y éste tiene más de 10 meses de edad, antes de hacerlo es necesario realizar un análisis de sangre, porque puede ser peligrosa si ya tiene la enfermedad. Le recomendamos que siempre consulte con su veterinario antes de dar éste o cualquier otro medicamento a su mascota.

Las tenias son gusanos planos, parecidos a una cinta, y producen síntomas similares a las lombrices intestinales. Se transmiten por las mismas vías, y algunas son muy conocidas, como la que produce el quiste hidatídico (ésta es más frecuente en perros que viven en el campo, ya que es transmitida por heces de ovejas y otros rumiantes que contaminan el agua, por lo que también puede llegar al hombre por verduras mal lavadas, etc., y no sólo por el perro). Otras son transmitidas por las pulgas. Para prevenir este problema, recomendamos la desparasitación cada 3 meses con unos comprimidos que le recomendará su veterinario.

Es importante resaltar que el hecho de que no veamos lombrices o tenias en las heces de nuestro animal, no quiere decir que no las tenga, ya que ellas viven en el intestino y no saldrán por sí solas a no ser que haya muchísimas o que las matemos con un antiparasitario. Los que sí se eliminan en las heces, son los huevos de estos parásitos, pero son microscópicos y no pueden verse a simple vista. Los huevos constituyen la principal fuente de transmisión de estas parasitosis.

...Otros parásitos internos menos "famosos":

Hay algunos que parasitan el intestino produciendo enfermedades a veces graves, como las giardias, los coccidios, etc. Estos parásitos producen síntomas parecidos a los de lombrices y tenias pero no responden a los antiparasitarios usuales y necesitan de un tratamiento médico adecuado que su veterinario pondrá una vez diagnosticado el problema. Otro parásito que se multiplica en el intestino, no sólo de nuestros animales de compañía, sino también de las personas, es el que produce la toxoplasmosis, normalmente sin síntomas, pero que en determinados casos (como la gestación, o embarazo en el caso de las mujeres) puede producir daños importantes. Si está usted embarazada y tiene un animal de compañía, no hay por qué preocuparse, pero consúltenos su caso. Despejaremos sus dudas y se sentirá más tranquila.

Otros parásitos internos viven en los glóbulos blancos de la sangre, como la leishmania, que se transmite por un mosquito, o la ehrlichia, que es transmitida por garrapatas, así como la borrelia.

Algunos parasitan los glóbulos rojos, como la babesia, transmitida también por garrapatas, y otros viven en las plaquetas. Todos estos parásitos producen enfermedades graves al animal, con síntomas generales como apatía, falta de apetito, adelgazamiento, fiebre, problemas de la piel o de las articulaciones, hemorragias, etc.; además, algunas pueden transmitirse a personas inmunodeprimidas, por lo que su control es muy importante. 

Si su animal sufre alguno de estos síntomas, por favor, contacte con su veterinario para diagnosticar lo antes posible la enfermedad: así su mascota tendrá más posibilidades de respuesta al tratamiento.


sábado, 17 de octubre de 2015

¡Tómate un Selfie Con tu Animalito!


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¿Por Qué Tengo Que Vacunar a mi Mascota?


Los animales de compañía tienen hoy la oportunidad de vivir vidas más largas y saludables que nunca, en parte debido a la disponibilidad de vacunas que pueden proteger a las mascotas de enfermedades infecciosas mortales. Durante las últimas décadas, el uso generalizado de vacunas contra enfermedades como la rabia ha salvado la vida de millones de animales de compañía y llevado a algunas enfermedades a una relativa oscuridad. Por desgracia, las enfermedades infecciosas siguen planteando una amenaza significativa para los perros y gatos que no están vacunados, por lo tanto, a pesar de que los programas de vacunación han tenido un gran éxito, los dueños de mascotas y los veterinarios no pueden darse el lujo de ser complacientes acerca de la importancia de mantener a las mascotas al día con sus vacunaciones.

Las vacunas son una de las armas más importantes contra las enfermedades infecciosas. Algunas enfermedades, como la "tos de las perreras", en los perros y la  rinotraqueitis en los gatos se pueden transmitir directamente de un animal a otro. Si su mascota está siempre cerca de otros animales, como por ejemplo en una perrera, parque para perros, salón de peluquería o servicio de guardería, la exposición a las enfermedades infecciosas es posible. Incluso los animales domésticos que parecen saludables en el exterior pueden estar enfermos, por lo que mantener las vacunas de su mascota al día es una buena manera de ayudar a prevenir enfermedades.
Incluso si su mascota no tiene contacto directo con otros animales, algunas enfermedades pueden transmitirse indirectamente. Por ejemplo, la infección por parvovirus, que es potencialmente mortal, se transmite por contacto con las heces de un perro infectado, como en un parque o en la playa. La enfermedad de Lyme -una infección peligrosa que es transportada por garrapatas- es otra enfermedad que su perro puede contraer sin entrar en contacto con otros perros.
En los gatos, la infección con panleucopenia es potencialmente fatal y se transmite a través del contacto con los fluidos corporales (en su mayoría orina y heces) de un gato infectado. Una vez que un gato está infectado con el virus de la panleucopenia, este se  puede eliminar en los fluidos corporales durante varios días o hasta seis semanas. El virus de la panleucopenia puede sobrevivir en el medio ambiente (por ejemplo, sobre una cama contaminada, comederos, cajas de arena y otros elementos) por un tiempo muy largo, por lo que el contacto con objetos contaminados puede transmitir la infección a otros gatos. Además, si el dueño de un gato infectado manipula a este sin cambiarse de ropa y lavarse las manos a fondo con un desinfectante adecuado él puede exponer a otros gatos a la enfermedad.
Por lo tanto, incluso los animales domésticos que pasan la mayor parte de sus vidas dentro de casa o tienen un contacto muy limitado con otros animales no están completamente a salvo de la exposición a las enfermedades infecciosas.
Algunas enfermedades infecciosas, tales como la leptospirosis en perros y la rabia en perros y gatos, son enfermedades zoonóticas. Eso significa que los seres humanos también pueden infectarse. En el caso de la rabia y la leptospirosis, ambas enfermedades pueden causar una enfermedad grave y la muerte de los individuos infectados -incluyendo los seres humanos-. La protección de sus mascotas contra estas enfermedades también protege el resto de los miembros de su familia, así como a otros animales domésticos y las personas de su comunidad.

(...)

¿Qué vacunas necesita mi mascota?
Muchas vacunas son disponibles para su uso en perros y gatos, pero cada mascota no tiene que recibir cada vacuna. Así que, ¿cómo saber qué vacunas su mascota debe recibir? La American Animal Hospital Association (AAHA) y la American Association of Feline Practitioners (AAFP) han resumido las recomendaciones de vacunación para ayudar a que los veterinarios aclaren en cómo proteger mejor a los perros y gatos a través de la utilización de los programas de vacunación. AAHA y AAFP evaluaron las vacunas disponibles y las clasificaron para proporcionar directrices sobre la forma en que se deben utilizar. Las vacunas se clasifican en como básicas (principales), no básicas, o no recomendadas. Una vacuna básica es aquella que todas las mascotas deben recibir. Las vacunas básicas para los perros son la rabia, el moquillo (distemper), adenovirus-2, y el parvovirus. Las vacunas básicas para los gatos son la rabia, la rinotraqueitis (virus del herpes felino-1), la panleucopenia (moquillo felino), y el calicivirus. Las vacunas no básicas son aquellas opcionales de las que las mascotas pueden beneficiarse de acuerdo a su riesgo de exposición a la enfermedad. Los ejemplos incluyen las vacunas contra la enfermedad de Lyme y la leptospirosis en perros, y las vacunas contra el virus de la leucemia felina y el virus de la inmunodeficiencia felina (o SIDA felino) en los gatos. La categorización de una vacuna como "no recomendada" no significa que la vacuna es mala o peligrosa. Esta designación significa simplemente que el uso generalizado de la vacuna no se recomienda actualmente.
Porque las vacunas básicas se recomiendan para todas las mascotas, su veterinario le insistirá en mantener estas vacunas al día en todo momento. La decisión con respecto a las vacunas no básicas o no esenciales debe hacerse después de que usted y su veterinario haya hablado de las vacunas en cuestión y si su mascota podría beneficiarse de su recepción. Los factores a considerar son el estilo de vida de su mascota (la cantidad de tiempo que su mascota pasa fuera de casa), donde vive usted, donde viaja con su mascota, y la frecuencia con que su mascota tiene contacto con otros animales. Tenga en cuenta que las recomendaciones de vacunación y estilo de vida de su mascota pueden cambiar. En ese caso su veterinario podrá querer conversar sobre la modificación de las recomendaciones de vacunación para asegurarse de que su mascota está bien protegida.

¿Cuál es el programa recomendado para las vacunaciones?

Los cachorros y gatitos suelen recibir sus primeras vacunas cuando tienen alrededor de las seis a ocho semanas de edad (dependiendo de la vacuna y las recomendaciones del fabricante). Las vacunas de refuerzo se dan generalmente cuando su perrito o gatito tiene sus visitas de chequeo, en esas visitas su veterinario puede discutir el calendario recomendado con usted. Las vacunas generalmente se repiten un año más tarde.
Aunque los cachorros y los gatitos se consideran especialmente vulnerables a algunas enfermedades, también es muy importante para los animales adultos que estos estén al día con sus vacunaciones. Tradicionalmente, muchas vacunas se repiten cada año, durante los exámenes de chequeo regular. Sin embargo, investigación reciente ha demostrado que algunas vacunas pueden proteger a las mascotas por más de un año. A la luz de estos hallazgos, las directrices de AAHA y AAFP consideran que algunas vacunas no deben repetirse con más frecuencia que cada tres años. La decisión con respecto a la frecuencia con que su mascota necesita refuerzos de vacunas depende de varios factores, como el estado de salud general de su mascota y el riesgo de exposición a las enfermedades en cuestión. Su veterinario puede recomendar refuerzos anuales después de considerar el estilo de vida de su mascota y el riesgo de exposición a la enfermedad. La decisión con respecto a la frecuencia de administración de cualquier vacuna (cada año, cada tres años, o en absoluto) deberá ser una elección individual que usted y su veterinario hacen juntos...